sábado, 27 de octubre de 2012

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Hola, ¿que passssssa? Después de otra época realmente yerma en mi parcela de Internet, hoy vengo a hablaros un poco más de esa neotribu urbana (no sé si humana) caracterizada por gorras con viseras apuntando al cielo, perillas recortadas hasta 0,00001 milímetros de grosor, manos repletas de sellos de oro (oro del que cagó el moro; no es una frase racista), rosarios como colgantes, pendientes de brillantes muy finos para irse a una gala de premios y un largo, agobiante y excéntrico etcétera. Sí, son una plaga. En Badajoz hay en torno a 200 mil millones. Por si fuera poco, he tenido la suerte (sin comerlo ni beberlo) de entablar conversaciones con ellos, conversaciones muy profundas que han derivado en fallos neuronales en mi cerebro. Muchos han querido pegarme (algunos, 2 ó 3 a lo sumo, lo han conseguido), por el simple hecho de que ese día se levantaron con ganas de camorra o porque se me ocurrió defender mi libertad de no pasar un mal rato por culpa de maleducados comentarios hacia mi persona o personas de mi alrededor. Si algún cani lee esto (lo que me parece poco probable porque no creo que mi Blog interese a este grupo personas), le pido disculpas si no entiende algunos de mis ininteligibles vocablos y le digo que esto es de broma y no pasa ná, que tengo amigos que desde el colegio se volvieron canis y si los veo por la calle los saludo (evitándolo en la medida de lo posible). Es bueno tener amigos en todos los grupos sociales; nunca sabes si en algún momento de tu vida puedes necesitar un grupo de canis para destruir un grupo de heavys con el que te has buscado problemas por criticar su música llena de sonidos guturales y sus greñosos y grasientos pelos (esto también es de broma).
Y como creo que la canidad/canidez es una epidemia que cada vez se está extendiendo más y  más por nuestras calles ya saturadas de otras tribus como los emos, los frikis, los góticos y demás personas con un severo déficit de apego en su infancia (que conste que es sin ánimo de ofender), no creo que tardemos mucho en ser atendidos en una consulta en nuestro Centro de Salud por esto:



En efecto, qué puto miedo. Por cierto, el tío de la foto soy yo. Obsérvense el cigarro, las gafas y el pendiente hechos con Paint, porque no tengo ni idea de cómo usar el Photoshop. Otra cosa: es muy intrincado escribir alternando mayúsculas y minúsculas y también colocar las "h" y las "$", porque no sé cuáles son exactamente las reglas ortográficas que usan.
En resumen, esto es un poquito una bromita que dedico a los canis, un grupo de seres sin los que no se podría establecer una sociedad, puesto que alguien tiene que reventar Internet con sus montajes hechos con Paint en el baño de la disco. No me peguéis si me veis por la calle. Pasáoslo bien :) 

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