sábado, 6 de octubre de 2012

Pantalón de cremallera vs. Pantalón de botones

La sequía debida al inicio del curso (que, por cierto, ha sido un mierdolo) queda rota con un gran debate: ¿pantalones de cremallera o pantalones de botones? Últimamente, sin hacerlo aposta ni nada, me estoy comprando pantalones de botones, aunque yo de toda la vida he usado de cremallera. Ambos tienen ventajas y desventajas, por supuesto, como todas las cosas de la vida. Por ejemplo, los pantalones de botones son hipermegaincómodos en esas situaciones donde "tienes el meao en la punta". Tienes que desabrocharte uno por uno mientras haces el enorme esfuerzo de que no se te escape ni una gotita. Sin embargo, tiene múltiples ventajas, casi infinitas, por ejemplo... que no son de cremallera. A mí al principio se me olvidaba abrochármelos, por lo que he ido a muchos sitios con el riesgo de que mis polluelos cogieran un catarrillo (con polluelos me refiero a los cataplos). Claro, que después de acostumbrarme a ponerme los de botones, me ponía los de cremallera y se me olvidaba subírmela, entrando en un círculo vicioso de llevar mis partes pudendas al aire. Pero la cremallera no es tampoco una buena amiga. Miles de millones de casos hay de seres humanos del sexo masculino que han sufrido horribles mutilaciones en su miembro viril. Uno de los profesores de Pediatría del año pasado nos puso fotos guays de penes pillados por cremalleras, cosa muy agradable, por cierto. Ese miedo nos persigue a todos. Pero claro, también debemos tener cuidado al abotonarnos la zona peneana, puesto que es una acción no exenta de riesgos. Una muestra a continuación. Es una imagen algo desagradable, pero ser desagradable es una de mis cualidades más apreciadas por mí. Además, toooooooooooooooooooodos mis amigos (los tres) me reconocen mi desagradabilidad. Pues eso, que las personas que sean aprensivas, muy sensibles al dolor ajeno o que no le guste el mal gusto, no sigan. Ya se lo advierto yo, es muy explícita la cosa.


Cosas que pasan. Por cierto, Frasquito conservó sólo la mitad de su pito tras la operación. Andaos con cuidado.

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