Una de mis aficiones en clase es dibujar cosas sin sentido, llenas de absoluto surrealismo, sin explicación lógica. Es algo que me encanta y no sé, tiene su gracia, al menos para mí. El humor absurdo y surrealista es uno de mis favoritos. Pues aquí dejo una muestra de mis cosas raras, fruto de una combinación de sueño y aburrimiento. Gracias a la universidad, mi talento y mi imaginación están llegando a niveles insospechados.
Bueno, ésta se veía venir, la verdad.
No sé si violonchelo se escribe así, pero el corrector ortográfico me lo da como bueno, así que así se queda. Espero que hayáis aprendido que correr con tijeras es un acto repleto de riesgos, como por ejemplo que te tiren un violonchelo y te parta la columna vertebral por 17 sitios.
Bueno, que esto es una cosa que a mí me gusta y que seguiré haciendo, y si no es de vuestro agrado, pues os vais a la caca.
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