El otro día estando en clase salió el nombre de una molécula por todos los científicos de la Salud conocida: el fantástico glucagón. Claro, como yo soy un sentido y además tengo algo de manía persecutoria, cada vez que sale el glucagón no puedo evitar sentirme insultado. Sí, llamémosle glucagón, porque le gusta el azúcar y SE CAGA. Muy bien, muy maduros sois zafándoos de un pobre enfermito con colon irritable. En serio, no pasa ná, os podéis reír. Por supuesto, tenía que hacer un dibujo de una situación cómica con este particular polipéptido, porque nunca hago dibujos de nada y ya era hora.
Cosas graciosas que se me ocurren. Como veis, tengo una gran autocrítica, que combina genial con mi excesiva autoestima. Nadie es perfecto, pero algunos somos menos imperfectos que otros (leer con tono pedante). Bueno, pues eso, me voy cagando leches (esto es otra broma).
No hay comentarios:
Publicar un comentario