Estoy que lo peto con los refranes. Son una fuente inagotable de entradas. Éste era un poco difícil de dibujar como adivinanza, pero al menos lo he intentado, porque es un refrán que me gusta y que además profesa una verdad como un templo de Debod de grande. Todo comienza con un juego de pilla-pilla en el que participan dos tíos, cada uno con su idiosincrasia particular.
Aquí el primer participante, con el pillador oficial detrás:
Y aquí el segundo, al que, al parecer, le falta uno de sus miembros, seguramente secundario a una gangrena debida a usar pantalones demasiado ajustados:
Bueno, pues el segundo jugador ha ganado porque al primero lo han pillado antes (PISTA ENORME).
Pues eso, que no mintáis mucho y si mentís, que nadie se dé cuenta. Si sois políticos, haced caso omiso al consejo anterior. Hasta más ver.
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