viernes, 12 de octubre de 2012

Cagao de las moscas

Como sé que tengo muchos seguidores (por lo menos 4 ó 5) y como también sé que soy un inconstante y zángano, cada vez que tenga oportunidad, subiré seis o siete cosas en un solo día, en vez de una al día durante una semana. Así soy. Cuando me da el venate, me lío a dibujar como un loco y no paro. Además, cuando no dibujo por vago o por tiempo ocupado, me entra el mono, pero me duermo y se me pasa un poquito.
Y cómo no, otra bonita frase de la irascible y preciosa de mi novia. Al principio, como siempre, no tiene sentido. Y luego tampoco. Estar cagao de las moscas viene a referirse a aquellas personas de las que no se puede aprovechar nada, no físicamente, sino mental y socialmente. Esas personas con las que no podrías entablar una conversación sobre nada en absoluto ni aunque les fuera la vida en ello. Por si acaso, son también personas con encefalograma plano, totalmente idiotas del culo, cuyo máximo logro académico fue entrar por la puerta del instituto sin tropezar con el escalón. Un ejemplo de un cagao de las moscas sería un cani y ciertas personas de mi clase que no se qué demonios hacen en Medicina ni cómo han llegado.
Claro, que literalmente, un cagao de las moscas sería esto:


Moscas, esos malditos insectos incordiantes y ensuciantes, más tontos que una piedra y que comen caca. Lo tienen todo. Las odio bastante, no tanto como a las avispas o a los mosquitos (aunque a las avispas lo que les tengo es miedo).
Bueno, espero que no os encontréis muchos cagaos de las moscas a lo largo de vuestra vida y si os los encontráis, dadles un libro: saldrán escopetaos cual Intereconomía huyendo de la imparcialidad cuales vampiros huyendo de una ristra de ajos. Hasta lueguillo.

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