Desde el fin de semana pasado, es feria en Badajoz. Feria de San Juan, por cierto. Mientras las personas sociables se encuentran ahora mismo disfrutando de los sonidos de los cacharros, los caballitos ponys, el alcoholismo y su puta madre el jolgorio, yo me comporto como el ser agorafóbico y evitativo de siempre y me quedo en casita con mi pijama. Y puesto que no tengo nada mejor que hacer (ni amigos), a publicar una entrada toca.
Como son un tema abundante, esta noche traigo otra frasecita. Como todas las frases que publico, me gusta especialmente, y tiene mucho que ver con mi persona y el tipo de orden que existe en mi habitación. Buscar algo en concreto es una ardua tarea, en ocasiones, inacabable. Pero, en ocasiones, sí puedes encontrar el anhelado objeto.
Sinforoso y Felisindo son dos chavales pueblerinos de aúpa. Como buenos paletos, realizan actividades que requieren pocos recursos cognitivos, aunque resulten altamente satisfactorias para la parte de su cerebro que controla la diversión. Sin embargo, a pesar de la buena idea de Sinforoso, Felisindo ha encontrado la aguja que tiró hacía unos días una pareja de yonkis. La buena noticia es que, tras las pruebas pertinentes, Felisindo no contrajo ninguna enfermedad grave (solo un enorme absceso en la puta frente).
¿Qué enseñanzas nos proporciona esta aventura protagonizada por esta gente de la tierra (sobre las que no tengo nada en contra)? No tirarse de cabeza a lugares potencialmente peligrosos, supongo. Yo, desde luego, no lo haré.
PD: hay cosas de la feria que sí me gustan: churros con chocolate, el horario de feria en el curre (horario reducido, claro) y los fuegos artificiales (el año pasado me los perdí por una puta guardia). Si os gusta la muchedumbre y la fiesta desenfrenada, os recomiendo que vengáis por estas tierras.
Me he reído un montón (entiéndase montón en la escala Gil)
ResponderEliminarLo que es una carcakada para un Gil puede ser una sonrisa para otros :D
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