En efecto, ha pasado un mes y pico durante el cual he abandonado negligentemente este oasis de sabiduría en Internet. Es posible que mis excusas no sean tan graves como para no haber dedicado un puñetero minuto a hacer algo para el blog, pero las voy a enumerar, por orden creciente de importancia: lío en el curro (no es para tanto, pero lo pongo igualmente), preparar sesiones clínicas para el curro (en realidad, sólo una), hacer putas guardias de mierda (lo de siempre) y jugar al nuevo juego de Pokémon (me he pillado el Pokémon Sol, por si a alguien le interesa). Pues sí, éstas son las cosas que han ocupado la totalidad de mi tiempo en vigilia.
Vale. Después de las viles mentiras que acabo de escribir, vamos con el meollo del asunto. Literalismo, la corriente que sigo a la hora de hacer mis dibujos, basada en la interpretación literal de todo lo que llega a mis sentidos (oído y vista principalmente; no puede hacerse una interpretación literal del tacto o del gusto, a no ser que padezcas sinestesia).
Pues venga, la frasecita que hoy nos atañe es: BIEN SE ESTÁ EL PIE EN LA PIERNA. Que lo disfrutéis.
Un pie bastante pejiguero. Hay que verle el lado bueno a las cosas: no tiene un calcetín que le impida ver el mundo que le rodea y es más improbable que se pille unos buenos hongos, pero este pie ha sido siempre muy pesimista y le ha estando dando caldeos constantes a su portador.
Está claro (o no) que la frase hace alusión a que las cosas están bien cuando están en su sitio, cuando realizan la función que les corresponde o cuando no tocan los cojones. Ejemplos de pies localizados en la parte más distal de sus respectivas piernas serían los pajaritos trinando, el Sol calentando nuestro planeta, un barrendero que mantiene limpia su ciudad o Pablo Motos haciendo el anormal. Cada uno con su función en la vida.
Como es costumbre, subiré otra entradita después de ésta, por el subidón de responsabilidad que me acaba de dar. Besis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario