No se me ocurre mejor manera de volver a llenar Internet de mis mierdas que contar otra aventura más de nuestro practicante de hijoputismo favorito. "¿Quién es?", preguntaran algunos. Supongo que hay muchos practicantes, sobre todo últimamente, pero yo me refiero al fundador, al exponente máximo. Ése no es otro que Arrancao, el cabrón por antonomasia. Quien no conozca los orígenes de este abominable ser, puede consultarlos aquí:
http://sanmartindebromista.blogspot.com.es/2012/07/mas-malo-que-arrancao.html
Ay, Arrancao, qué bueno momentos da (y cuántas vidas destroza). Esta nueva aventura es del verano de hace tres años, cuando Arrancao se fue de vacaciones a La Antilla, zona famosa por estos lares (Badajoz) y conocida coloquialmente como la Playa del Sobaquillo. La historia de este nombre es bien sencilla: mucha gente de la que va para allá suele ser de aquí, así que es frecuente saludar a algún que otro convecino. Al saludarse a la gente se le ve el sobaco. FIN.
Bueno, esto era solo una aclaración. Si no os ha resultado instructivo, hasta luego. Vamos a lo que vamos y veamos el transcurso de los acontecimientos.
En este caso podemos reconocer que Arrancao podría haber sido mucho más hijoputa, pero se lo podemos perdonar por haber estado de vacaciones. Todo el mundo tiene derecho a descansar alguna que otra vez. De todas formas, las niñas se lo merecían y no se libraron de una inolvidable noche en los calabozos.
Bueno, Arrancao lleva tres años apartado de Internet y seguro que ha urdido numerosos planes que han atentado con la integridad del planeta, además de muchos otros actos horribles que ha realizado a lo largo de su pasado y que todavía no han salido a la luz. ¡Qué granujilla! Os los iré mostrando en dosis infraletales. ¡Hasta más ver!
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