lunes, 23 de mayo de 2016

De vuelta a las gilipolleces hipocráticas

Bueno, pues en la guardia de ayer pasé oficialmente de R1 a R2, así que habrá que celebrarlo por todo lo alto. Pero como he recordado que no me gustan las fiestukis ni los guateques ni eventos sociales por estilo, pues lo celebraré de la forma más huraña posible, desde mi casa y prácticamente solo (salvo por Jacob y los gusanos de seda de mi hermana). Como es costumbre en mí, he soltado una parrafada que a nadie le interesa, pero yo soy así, qué le vamos a hacer.
Puesto que estoy conmemorando mi ascenso en la escala de residencia, es lógico que la entrada tenga algo que ver con la Medicina. En esta ocasión, se trata de una asociación entre un medicamento y una serie por todos conocida (supongo que averiguaréis cuál). El medicamento es el ondansetrón, un nombre muy chulo, que parece sacado de los Transformers o algo así. Y bueno, cavilando alrededor de 3 segundos, mi cerebro parió tamaña payasada, que presento a continuación. Cabe mencionar que el ondansetrón es un antiemético (que te corta lo que va siendo el vomitaje, vaya). Sin esta información, la cosa no tendría ni puta gracia.


Madre mía, menuda mierda de chiste. Pero a mí me hace gracia y yo mando, así que ajo y agua. Escolástico ayuda con sus poderes anti-pota a Restituto, que estaba indispuesto debido a haber visto una película en la que salía Mario Casas (hostia gratuita, pero es broma y no pasa ná).
No he sido muy seguidor de Dragon Ball (por no decir que no he visto un capítulo en mi vida), pero conozco a la peñita y ciertas cosas que ya han pasado a ser cultura popular. Lo básico, vamos. Y con esto y un bizcocho, me voy a quedar en estado semicomatoso. Hastalué.

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