viernes, 9 de febrero de 2018

¡¡¡RAE-MAN!!!

Muy buenas. Para terminar la fructífera semana que espero que hayáis tenido todos en vuestros respectivos puestos de trabajo, estudio u otras ocupaciones (y para recompensar tan duros esfuerzos), hoy va a hacer acto de aparición un nuevo personaje por estos lares. No hay que realizar muchos malabares mentales para adivinar que ese personaje es: ¡RAE-man!
RAE-man no es un superhéroe al uso. Incluso me atrevería a decir que ni siquiera es un superhéroe. Como todo protagonista de cómic, tiene un origen trágico (más adelante lo conoceremos) y una concepción muy rígida de la justicia y de la moralidad. Sus superpoderes (si se pueden llamar así) son una aversión enfermiza por el quebrantamiento de las reglas ortográficas, gramáticas, sintácticas y morfológicas, irritabilidad sobrehumana (con pérdida absoluta del control de la ira) y, por supuesto, superfuerza.
Es cierto que actualmente ya no trabaja para la RAE. Fue despedido por sus métodos abusivos para hacer cumplir a los ciudadanos con las normas lingüísticas (muchos de los individuos a los que "instruyó" sufrieron graves secuelas tras "acudir a sus clases"). A pesar de su despido, él conserva el nombre de RAE-man, puesto que cree que es el único que puede hacer que todos los hispanohablantes usemos el idioma de forma adecuada.
Y aquí una de sus divertidas historias. Que la disfrutéis.


En efecto, RAE-man pierde los estribos por cualquier transgresión de las normas, por nimias que sean. Laísmos, dequeísmos, cambios accidentales de la "b" por la "v",... todo enfada a RAE-man.
Espero que os haya cautivado este amable caballero y que deseéis su regreso. Seguiremos asistiendo a su peculiar reparto de justicia, pero también iremos descubriendo a sus ayudantes, sus enemigos y sus debilidades (que las tiene; no es la kryptonita, pero algo por el estilo).
Pues hala, disfrutad del fin de semana (aquí en Badajoz son los Carnavales, por si os interesa). Hasta prontillo.

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