Vaya, desde que estoy con el Instagram estoy dejando un poco más aparcado este sitio. También puede ser que esté más cansado o menos inspirado para escribir, aunque cuando me pongo van saliendo cositas. El Instagram es más inmediato, subes el dibujito y sanseacabó. Es la rapidez que vamos queriendo todos últimamente (o yo, al menos, lo voy viendo así). Pero me sigue gustando pararme por aquí de vez en cuando y plasmar algunos de mis pensamientos, por si algún día quieren escribir mi biografía y andan faltos de recursos (vaya flipado).
Bueno, pues estoy haciendo bastantes dibujitos últimamente. Tengo pensado desde hace tiempo hacer cómics más largos y elaborados, con alguna historia detrás y bla, bla, bla... Algún día llegarán, aunque no van a llegar solos, eso está claro.
Hoy traigo una muestra más de literalismo. Yo diría que no está mal, pero mi criterio está bastante condicionado.
El fetichismo llevado a su máximo esplendor, supongo. Rosalino se desfasa mucho cuando sale por la noche. Esto le lleva a cometer errores garrafales, como éste. Además de descontrolarse, Rosalino tiende a enamorarse rápidamente. El pie izquierdo se marchó a su casa después de que Rosalino le preparara unas tostadas, sin intención de volver a contactar con su anfitrión. Los whatsapps que mandó Rosalino en la semana siguiente a su encuentro sexual fueron tan lamentables que el pie izquierdo accedió a sus súplicas. Ahora esperan adoptar a su segundo tobillo.
Final feliz, para variar. Hala, hasta más ver.