viernes, 22 de diciembre de 2017

Historias de Arrancao: Abraham Lincoln

Voy a recuperar mi costumbre de subir mierdecitas en los salientes de guardia, que parece que me sienta bien. Hay veces que con la falta de sueño llego a casa con un nivel de euforia casi insoportable, pero no suele ser común. Lo más frecuente es llegar hecho un marrajo con las ojeras hasta el suelo y con ganas de dormir forever and ever.
Y ya que recupero una vieja costumbre, también recupero también un viejo personaje de este lugar: nuestro cabronazo favorito, ¡Arrancao! Nuestro querido Arrancao lleva mucho tiempo de bajón al no poder haber realizado maldades catastróficas, ya que se encontraba recluido en un monasterio benedictino por razones oscuras y misteriosas que jamás conoceremos.
Pues bien, Arrancao es una persona que gusta de viajar en el tiempo. Le apasiona jugar con las leyes de la física al muchacho. En este caso, el pillín ha decidido personarse en el Washington D. C. a mediados del siglo XIX. A ver que fue lo que tramó (algo horrible, espero):


Vaya, qué cosas. Es verdad que Arrancao podría haberle advertido al señor de la chistera que iba a recibir algún que otro balazo y haber cambiado la historia, ocasionando una rotura del continuo espacio-tiempo (algo bastante más grave), pero este chiquillo es así, no sabemos por qué hace este tipo de burradas. ¿Qué querrá conseguir? Eso sí, Lincoln es bastante confiado al hacer caso al tío de la cara desencajada de perturbado.
Bueno, espero que hayáis disfrutado de la cabronada del día. Que lo paséis bien estas fiestas y no os cabreéis mucho con la familia. Besitos.

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