martes, 28 de julio de 2020

El "sumiller"

¿Os habéis topado alguna vez con gente muy lista? ¿Tan lista tan lista que tiene conocimientos de todos los temas habidos y por haber a pesar de su evidente falta de experiencia en dichos asuntos? Pues cuidado, porque algún día podéis ser uno de ellos, viéndoos hablar de algo de lo que no tenéis ni pajolera idea. Y al final os descubren, porque no sabes ni lo básico y quedáis en ridículo. 
¿Existe alguna solución para esta embarazosa situación? Pues claro. Decir la verdad desde un principio. Decir que no tienes ni papa de lo que puñetas estén hablando. Pero eso de quedar como un inculto... no parece plato de buen gusto. Aunque puedes trabajártelo.
Baudilio es uno de esos tipos que no soportan quedar como un tonto. Al mismo tiempo, no coge un libro, un periódico ni cualquier otra fuente de información que esté a su alcance para conseguir algunas ideas básicas de lo que ocurre en el mundo. Prefiere dar opiniones sin fundamento que ha oído a otros intelectuales o inventarse directamente datos que respalden sus gilipolleces. También gusta de parecer un tipo sofisticado, elegante y viajado, aunque lo más lejos que ha estado de su ciudad natal haya sido el pueblo de su abuela. Por supuesto, las mentiras tiene las patas muy cortas y Baudilio acaba produciendo la mayor de las vergüenzas ajenas.


Que conste que no tengo ni idea de vinos. Esto que dice Baudilio son frases que he ido oyendo en algunas comidas del trabajo, en las que yo me tomaba mi Nestea mientras los demás asistentes discutían sobre las mejores cosechas del año o de los toques a roble de no sé qué caldo. Menudo pazguato estoy hecho, aunque no me arrepiento. 
Mi padre me decía que de mayor me gustaría el vino, aunque no parece que eso vaya a pasar. Eso sí, siguen gustándome los Chocokrispies. Supongo que algo tendrá que ver.
Pues hala, a disfrutar del verano.

domingo, 19 de julio de 2020

Puericultura avanzada: cómo no jugar al fútbol

¡Muy buenas! Hacía ya unos días que no me dejaba caer por aquí y me he dicho: "¡eh! ¿Por qué no aprovechas que a nadie le interesa lo que hagas y pierdes unos cuantos minutos de tu vida en escribir gilipolleces?". Y me he contestado: "venga, vale, buena idea, amos allá".
Hoy recupero una de mis secciones favoritas. Es cierto que cualquiera de las secciones que pongo por aquí es una de mis favoritas, pero ésta entraría en el Top 5 de las favoritas-favoritas. Supongo que es una de las que más me gustan porque la uso para contar alguna anécdota curiosa de mi niñez (o no curiosa, porque tampoco es que yo haya vivido miles de aventuras, he sido un chico muy casero).
La historieta de hoy también sirve de homenaje a mi tío Juanda, firme seguidor de mi carrera artística. Solo espero que le haga ilusión ser coprotagonista de esta enternecedora historia de superación que emocionó a Spielberg.


El deporte y yo no nos hemos llevado especialmente bien, más por pereza y falta de interés que por atributos físicos (que tampoco es que tenga yo muchos), pero mi tío Juanda no perdió la esperanza, al menos no inmediatamente. Recuerdo que iba a recogerme a casa, todo ilusionado él, con el propósito de convertirme en el futuro referente del fútbol nacional. O a lo mejor no. A lo mejor solo quería sacar de casa al tío pálido de las gafas, para que no se le anquilosaran las articulaciones y que no tuviera déficit de vitamina D.
Años después, no sigo a ningún equipo de fútbol ni tengo idea de cómo van las ligas o las copas o los nosequé. Cierto es que antes era del Madrid, supongo que por influencia familiar, aunque Juanda es del Barça. Ni siquiera eso conseguiste, tío.
Pero lo pasábamos bien :D

jueves, 2 de julio de 2020

Retahíla de chistes malos, primera parte

Vaya, dos semanas sin escribir. Y lo digo como si alguien me hubiera echado de menos, qué lástima. La verdad es que he estado ocupado dibujando y requetedibujando y no me he percatado de subir alguna cosa al Blog. Además de que últimamente estoy un poco empanao.
Hoy vuelvo a la carga con el literalismo, una corriente humorística con acérrimos seguidores por todo el mundo. Como puede anticiparse por el título de la entrada, va a ser un chiste malo (como si algún chiste de los que salen por aquí fueran buenos). Pongo primera parte porque tengo alguna jocosa viñeta más preparada, no quiero que mis fans se deleiten con una única oda a la decadencia.


He oído esta frase en mi casa toda la vida, unas veces referidas a mí, otras a mi hermana, otras a mi madre... Creo que mi padre se libraba. El caso es que es una expresión que me ha acompañado toda la vida y la he ido utilizando contra otros incomprendidos adolescentes (y no tan adolescentes). El chiste literal esta vez no es invención mía, creo que es de dominio público, pero también se lo apropió mi familia.
Aprovecho también para comentar que me he hecho una cuenta de Instagram para que mis magníficos lienzos tengan un poco más de difusión. Por ahí dejo el enlace, pero no voy a dejar de acudir al Blog. Es que soy un romántico (o que me cuesta desprenderme de las cosas, según quien lo mire).


Lo de vaya_doctor es por mi abuela. Cada vez que le gastaba una broma me decía "¡vaya doctor!", porque en su mente los médicos no tienen sentido del humor y tienen que ser más secos que la mojama.