martes, 1 de septiembre de 2020

Retahíla de chistes malos, tercera parte

No sé si será la última entrega de esta serie (espero que sí), aunque los chistes malos no van a dejar de aparecer por este vertedero virtual, eso desde luego.

No hay mucho que contar desde la última entrada, solo que me he reincorporado al trabajo después de unas merecidas vacaciones y me quiero morir he vuelto con las pilas más recargadas que nunca. Ya en serio, es buena cosa eso de tener el tiempo ocupado y tener que salir de casa para variar, que el sofá ya estaba empezando a vencerse. Eso sí, ya estoy vigilando en qué caen los próximos festivos.

Pues eso, vamos con la chorrada del día.



En esta ocasión, Fredesvindo tiene todo el derecho a poner su avinagrada cara de amargado. Palemón es un tío muy peculiar y siempre va pisando huevos, no sabemos si por extrema inatención o por una voluntaria ornitofobia. Por culpa de Palemón, Fredesvindo llegó tarde a una exposición de fotos de su tía abuela, aunque finalmente lo agradeció, puesto que eran autorretratos subidos de tono. Menos dinero para el Psicólogo.

Esta frase de "pisando huevos" también la he oído en muchas ocasiones. Suelo tardar bastante al vestirme porque quiero ir tó sexy y mi mujer me echa la bronca. Hay otras versiones, como "ir a paso huevo" o "¡parece que para andar le tiene que pedir permiso un huevo al otro!". La idea de ilustrar unos testículos parlantes me atraía, pero a lo mejor habría resultado algo grotesco.

Bueno, no vayáis pisando huevos que os pilla el coronavirus. Hasta lueguito.