miércoles, 4 de abril de 2018

Maldad entendible

Madre mía. La última entrada es de hace tres semanas. Qué desfachatez.
Bueno, es bien sabido que yo sólo dejo abandonado el Blog por movidas tope tochas. Y movidas tope tochas son lo que me ha acontecido en los últimos días. Vale, es mentira. He estado enganchado a Netflix. Que conste que no me arrepiento, ¿eh?
Bueno, después del párrafo insustancial y falto de significado de rigor, vamos que nos vamos con la tontería del día. Hoy traigo una frasecica muy bonita que aprendí de mi padre hace unos cuantos años. Es una frase con una retórica muy fina y usa la metáfora de una manera exquisita. La frase es "SER MÁS MALO QUE PEGARLE A UN PADRE CON UN CALCETÍN SUDAO". Muy elegante, ¿no os parece? Queda mejor "sudao" que "sudado". Aporta un toque familiar y más coloquial. Y por supuesto, la tontería del día viene acompañada por su inseparable dibujito. Ahí está.


Caciano es un hombre muy recto (no es que no pueda curvarse, sino que es muy rígido en su pensamiento). Tiene a su hijo Licerio apuntado a fútbol desde que empezó a andar porque él quería un futbolista en la familia. Lo que pasó es que Licerio nació con dos pies izquierdos y resultó ser diestro, así que es un manta. Aún así no es el peor del equipo.
A Licerio no le gusta el fútbol, él sueña con ser bailarín, pero el capullo de su padre insiste en que no abandone el fútbol. Y encima, cada vez que pierde (el 100% de las veces), le echa una bronca de campeonato. Hasta que este día, Caciano dio con la horma de su zapato. Tuvieron que dejarlo ingresado por conmoción cerebral (merecida).
Bien, espero que os haya gustado la historia de Licerio y el imbécil de su padre. Hasta más ver, granujillas.