miércoles, 14 de marzo de 2018

Si Dios quiere...

Vaya, 13 días desde mi última aparición. Malo. Es cierto que he estado más ocupado de lo habitual, pero vamos, ni por asomo me han quitado mis asuntos tiempo suficiente como para no poder hacer cosas de provecho reales.
Bien, después de las pseudodisculpas vacías y sin significado que acostumbro siempre a contar sin que le importen a nadie, vamos con la entradita de hoy. Y sí, es la expresión que aparece en el título. La frasecita en cuestión es ampliamente usada en nuestro país, nación con historia cristiana católica apostólica romana de siglos de cuestionable e invasiva presencia. Cuando alguien se despide de otro alguien diciendo cosas como: "bueno, ya nos veremos, si Dios quiere", ¿qué puñetas está queriendo decir en realidad? Si te pones a analizar, está dejando la responsabilidad de ver a esa otra persona en manos de un ente místico superpoderoso que ni le va ni le viene, pero, ¿y si Dios no quiere? ¿Y si le caes mal y quiere dejarte aislado? O no dejarte aislado, pero sí joderte un rato. Y eso es lo que le pasó a nuestro amigo Ordóñez en su puesto de trabajo.


Dios puede mostrar su misericordia y su ira, pero sobre todo su ira. Esa frase es de Homer Simpson.
Cierto es que Ordóñez es el peor trabajador de la empresa, puesto que llega 2 horas tardes, roba material de oficina y cuando hace aguas mayores no quita las zurraspas del retrete que todos comparten, pero eso no le impide soñar con ascensos y reconocimiento por parte de sus superiores.
En fin, si alguien alguna vez os expresa su deseo de volver a veros pero añade al final un "si Dios quiere", os está diciendo a la puta cara que no va a hacer nada por que ese encuentro se lleve a cabo. De nada.
¡Hasta más ver!

jueves, 1 de marzo de 2018

Cuestión de pronunciación

Mira que he publicado cosas malas, pero la de hoy se lleva la palma.
Antes de ir con el dibujito estúpido del día, un poco de cascarreta, aunque no se me ocurre nada de lo que quejarme o desvariar. Sólo un comentario sobre un pensamiento recurrente que tengo. No me gustaría ser atropellado, pero ya puestos, si tienen que hacerlo, espero que sea en un paso de peatones. Y pensaréis: "claro, así es culpa del conductor y tiene que indemnizarte, pesetero, que eres un pesetero". Pues ésa no es la respuesta correcta. Es para que piensen: "mira, al menos el chaval iba deambulando correctamente". Pensamiento inquietante y con muestras evidentes de rasgos disfuncionales de personalidad.
Pues eso, la entrada de hoy es mala de cojones. Como puede intuirse por el título, la cuestión es la pronunciación. Y se me ha ocurrido un jueguecito de palabras con representación gráfica acompañante. Os pondría que disfrutaseis de la tontería del día, pero no lo voy a poner. Sería un insulto. Que disfrutéis de la tontería del día.


Independientemente del origen de su dolencia, estos individuos son extremadamente tontos. Y yo también por hacer semejante juego de palabras. Deberían condenarme, si no lo han hecho ya, aunque jamás me cogerán vivo.
Bueno, voy a seguir atendiendo a mis asuntos de buen hijo y esposo. Hasta más ver, granujillas.